CAPÍTULO 3: Silencio
Phia se incorporó de golpe de su cama, volteó a todos lados como buscando algo todavía con sus ojos azules, pero no percibió nada, nada había cambiado.
“Lo que temía? Después de dudar tantas veces si de verdad tenía un don, se había confirmado que no tengo uno… o… lo perdí?” Pensó, esto le empezó a dar vueltas en la cabeza, cuando sus ojos regresaron a la normalidad, trató de volver a activarlo para comprobarlo que sentía, pero no pudo, como de costumbre. El pánico comenzó a apoderarse de ella pensando en que pasó, así que fue al escritorio,mse tronó los dedos y comenzó a escribir lo sucedido en su libreta.
Phia volvió a acostarse ya lista para dormir pero solo deba giros en la cama, sin poder conciliar el sueño hasta un hora después, el cansancio la venció.
A la mañana siguiente el sol apenas comenzba a emanar luz, cuando Phia abrió sus ojos y miro hacia enfrente en su cuarto, no distinguía claramente las figuras en la oscuridad es pero por un instante se le olvidó donde se hallaba, llenándola de pánico, pero de golpe recordó los eventos del día anterior, amortiguando el susto.
El día transcurrió todo menos rutinario, pero si calmado. Los chicos recibieron sus útiles, los cuales acomodaron en unos casilleros que se encontraban al exterior de los salones de clases, Phia y Danae recorrieron una ves más por su cuenta una parte de la academia, pasaron un tiempo considerable en los salones recreativos hasta que Danae se arto y su día acabó en la sala común.
Mientras Danae estaba acostada en un sillón viendo al techo Phia vio la hora en su reloj.
-oye tengo que hablar con Kath vuelvo en un momento-
-otra ves? Y por cierto no me dijiste qué pasó ayer-
-mm si, de regreso te digo-
Phia fue al lugar donde había encontrado a Katherine el día anterior, que para su suerte solo estaba a unos metros de la cocina ordenando papeles, dirigiéndose claramente hacia afuera
-oye Kath, te puedo hacer una pregunta?- dijo extendiéndo la mano como si le fuera a tocar el brazo
-claro, dime qué pasa-
-mm pues primero nos podríamos quedar aquí por favor-
-claro- asintió, Phia tomó aliento
— mira pues como eres mi tutora, no sé, creo que eres a quien debo de preguntar…mh- dudo -ayer ya me iba a dormir y estaba en mi cuarto, cuando mi don se activó, pero, no persivi nada, y pues no sé si algo le pasa a mi don o lo perdí o algo así- comentó de manera rápida
-ahhhh si no te preocupes- contestó despreocupada
—mira verás aquí trabaja Sam, el cual su don le permite hacer inmunes las paredes y pisos de aquí. No es que no lo puedas usar solo que no traspasa las paredes y si no sentiste nada seguro es por que estabas sola, no te preocupes-
-ya veo, está bien entonces nos vemos luego- se despidió volviendo con prisa
Phia regreso con Danae la cual solo bajo un poco la mirada para verla
-oye Danae, te puedo pedir un favor-
-mm si, que pasó?- dijo con pesadez
-puedes prender una llama por favor-
-para?-
-yo solo quiero hacer un experimento-
-Danae cerró su puño y extendió su dedo pulgar, apareciendo el mismo sonido de encendedor una llama-
-y ahora puedes ponerla en el piso-
-que?? Estás loca! Primero ya me haces prender un incendio en nuestra escuela por nada, y ahora aquí también, que quieres?- expreso alzando más la voz
-yo…- Phia reflexionó un momento en el echo expuesto
-lo que pasó en la escuela es otro tema ahora creo que no pasará nada, en serio-
-mira si algo ocurre, neta no me hago responsable y tu respondes sola-
Danae apoyó su palma completa en el piso de madera con la llama encendía, pero fue como si solo se absorbiera el fuego y así mismo se apagará
-Guau que chido, por qué pasa eso?- dijo incorporándose para sentarse
-pues Katherine me dijo que alguíen que traban aquí provoca eso, pero mejor no intentarlo en los muebles-
-claro, me crees tonta?…A ya es hora de cenar- dijo mirando su reloj