genteeeeee, antes que nada, perdon por la demora de este capitulo, no tenia ideas para escribir, tambien tratare de publicar un Cap de la historia de lobo
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Capítulo 18: El Primer Beso
El sol de la tarde bañaba la Academia Arcana con una cálida luz dorada mientras Eira se preparaba para su segunda cita con Zephyr. A pesar de que ya eran pareja, cada momento juntos seguía siendo emocionante y nuevo. Habían pasado días intensos, llenos de desafíos y peligros, pero hoy era un día para disfrutar y dejar atrás las preocupaciones.
Zephyr la esperaba en la entrada de la academia, su sonrisa radiante al verla acercarse. Eira sintió su corazón latir con fuerza al notar lo bien que se veía él, con su capa ligeramente ondeando al viento y sus ojos brillando con una mezcla de emoción y serenidad.
—¿Lista para nuestra aventura? —preguntó Zephyr, extendiendo su mano hacia ella.
Eira asintió, tomando su mano con una sonrisa.
—Siempre lista contigo.
Zephyr había planeado una tarde especial. Primero, la llevó a un pequeño pueblo cercano, conocido por su mercado mágico. Las calles estaban llenas de puestos que vendían todo tipo de artefactos, pociones y libros antiguos. Eira se maravilló al ver la variedad de objetos exóticos, y Zephyr no podía evitar sonreír al verla tan entusiasmada.
—Mira esto —dijo Eira, levantando un colgante que brillaba con una suave luz azul—. Es hermoso.
—Es un amuleto de protección —explicó Zephyr—. Perfecto para alguien como tú.
—Gracias —respondió Eira, colocándoselo alrededor del cuello—. Me encanta.
Pasaron la tarde explorando el mercado, probando dulces mágicos y riendo juntos. El ambiente era relajado y alegre, y Eira se sintió más cercana a Zephyr que nunca.
Después de dejar el mercado, Zephyr la llevó a un mirador en una colina cercana, desde donde se podía ver todo el valle y el bosque que rodeaba la academia. El cielo comenzaba a teñirse de tonos anaranjados y rosados con la puesta de sol.
—Es hermoso —dijo Eira, maravillada por la vista.
—No tanto como tú —respondió Zephyr, sus ojos reflejando la luz del atardecer.
Se sentaron juntos en la hierba, disfrutando de la tranquilidad del momento. La conversación fluía fácilmente, hablando de sus sueños, sus miedos y sus esperanzas para el futuro.
—Eira, hay algo que quiero decirte —dijo Zephyr de repente, su voz suave pero firme.
Eira lo miró, su corazón latiendo más rápido.
—Dime.
—Desde que te conocí, has sido una luz en mi vida. Hemos pasado por muchas cosas juntos, y cada día que pasa, me doy cuenta de lo importante que eres para mí. Eres fuerte, valiente y compasiva, y… cada momento contigo se vuelve más especial.
Eira sintió un calor en su pecho, sus ojos llenándose de lágrimas de felicidad.
Zephyr sonrió, acercándose lentamente a ella. Eira cerró los ojos, sintiendo su corazón acelerarse. Y entonces, en el suave resplandor del atardecer, sus labios se encontraron en un beso tierno y lleno de promesas. Fue un momento mágico, donde el mundo pareció detenerse, y todo lo que importaba era el amor que sentían el uno por el otro.
Cuando se separaron, ambos se miraron con una mezcla de alegría y asombro.
—Creo que esta es la mejor cita de mi vida —dijo Eira, riendo suavemente.
—Y apenas es el comienzo —respondió Zephyr, tomándola de la mano.
Regresaron a la academia bajo el manto de la noche, las estrellas brillando en el cielo como testigos silenciosos de su amor recién declarado. Sabían que todavía tenían muchos desafíos por delante, pero también sabían que juntos, podrían enfrentarlo todo. La noche había marcado un nuevo comienzo para ambos, y mientras caminaban de regreso, sus corazones estaban llenos de esperanza y amor.