AVISO IMPORTANTE: genteeeeeeeeee, se vienen cositas interesantes, por ejemplo que estoy trabajando en dos proyectos respecto a mis tres series, aparte de que creo que sera del agrado de muchos, sin mas que decir, disfruten
Capitulo anterior: El Equilibrio de Los Mundos, Capitulo 19
Capítulo 20: Batalla Final contra 3ì4â - Primera Parte
El ambiente en la mente de Eira era tan desolado como el vacío del cosmos. No había suelo bajo sus pies ni cielo sobre su cabeza, solo una vasta extensión de nada que parecía tragarse la luz y la esperanza. Eira se encontraba de pie en medio de esta nada, sintiendo el peso de su soledad. Su corazón latía con una mezcla de miedo y determinación, sabiendo que debía enfrentar a 3ì4â una vez más.
De repente, una presencia ominosa se materializó ante ella. 3ì4â apareció con una risa cruel, su cuerpo irradiando una energía oscura y perturbadora. Su rostro estaba adornado con una sonrisa que prometía caos y destrucción. Llevaba en sus manos un bastón negro adornado con gemas rojas que parecían latir con su propia vida.
—Eira, ¿de verdad pensaste que podrías deshacerte de mí tan fácilmente? —la voz de 3ì4â resonó en el vacío, llena de burla y desafío.
Eira se preparó para la batalla, sus manos temblando mientras canalizaba su magia. Sabía que no podía permitir que 3ì4â ganara. A pesar de su miedo, intentó reunir todo su coraje y energía para enfrentarse a esta versión perversa de sí misma.
La batalla comenzó de inmediato. 3ì4â se movió con una agilidad sorprendente, su bastón emitiendo destellos de energía negra que chocaron contra los hechizos defensivos de Eira. Cada golpe era un desafío, cada hechizo que lanzaba 3ì4â estaba imbuido con una fuerza que parecía atravesar no solo el cuerpo de Eira, sino también su espíritu.
Eira intentó contraatacar, lanzando bolas de fuego y escudos de luz, pero 3ì4â las desintegraba con un simple movimiento de su bastón. Cada impacto contra la barrera de Eira la hacía tambalear, sintiendo que sus fuerzas se desvanecían.
—No tienes ninguna oportunidad, Eira —se mofó 3ì4â mientras su bastón golpeaba con fuerza a Eira, enviándola a volar por el vacío. Eira cayó al suelo, herida y agotada, pero con una llama de determinación aún brillando en sus ojos.
De repente, Eira se encontró de nuevo en su cuarto, el ruido de una explosión resonando en sus oídos. La puerta de su habitación estalló en pedazos, y Eira vio a Zephyr corriendo hacia ella con una expresión de desesperación en su rostro. Su corazón se llenó de alivio al verlo, pero ese alivio se convirtió rápidamente en terror cuando notó que su propio cuerpo comenzaba a cambiar.
Sus manos se volvían más pálidas, y su piel adquiría un tono oscuro. Los rasgos de su rostro se distorsionaban y transformaban, hasta que su figura se asemejaba completamente a la de 3ì4â. Eira se miró con horror, su reflejo en el espejo confirmando la transformación. El miedo y la confusión la envolvían mientras sentía cómo perdía el control de su propio cuerpo.
—¡No! —gritó Eira, pero su voz ya no era la suya. Era la voz de 3ì4â, resonando con una cruel satisfacción.
Zephyr llegó corriendo hacia ella, tratando de alcanzar a Eira con un desesperado grito de su nombre. Pero antes de que pudiera llegar, un tornado de energía oscura se desató a su alrededor, empujándolo hacia atrás con una fuerza implacable. Zephyr cayó al suelo, su rostro una mezcla de dolor y angustia mientras intentaba levantarse.
Eira, con una voz casi inaudible, miró a Zephyr con una mezcla de tristeza y arrepentimiento. —Alejense, por favor.
El tornado giró con fuerza, arrastrando todo a su alrededor, y Eira sintió que su consciencia se desvanecía lentamente. Sus ojos se cerraron mientras la oscuridad la envolvía, y el último pensamiento que cruzó su mente fue el miedo de no poder proteger a aquellos a quienes amaba.
El capítulo terminó con la figura de Eira colapsando en medio del caos, y Zephyr, en el suelo y herido, intentando llegar a ella sin éxito. La tensión y el miedo llenaron la escena, preparando el escenario para el enfrentamiento final que estaba por venir.