El equilibrio de los mundos, capítulo 22

Parte anterior: El equilibrio de los mundos, capítulo 21

Capítulo 22: El Último Asalto, la batalla final contra 3ì4â, parte 3

El aire dentro de la mente de Eira vibraba con una energía oscura y densa, como si el mismo espacio estuviera al borde de romperse. Zephyr, Aurora, Nix y Nyx se encontraban frente a la colosal figura de 3ì4â, que emanaba una presencia aterradora. El campo de batalla era un reflejo distorsionado del alma de Eira: montañas desgarradas, mares de sombras y cielos sin estrellas. En el centro de todo, Eira, tambaleante pero decidida, se levantaba junto a Aurora, ambas enfrentando a la encarnación de su peor pesadilla.

3ì4â lanzó una carcajada estruendosa, sacudiendo el mismísimo espacio que los rodeaba. Sus ojos brillaban con un odio insondable, y su voz resonó como el trueno cuando habló.

—¿Crees que puedes desafiarme, Eira? —bramó, su figura creciendo en tamaño y poder—. Yo soy la oscuridad dentro de ti. Yo soy lo que siempre has temido ser.

—No estás sola en esto, Eira —gritó Zephyr, su voz firme pero llena de emoción—. ¡Estamos contigo!

Eira asintió, sus ojos entrecerrados en una determinación férrea. Sabía que esta batalla no se trataba solo de vencer a 3ì4â, sino de aceptar y superar la oscuridad dentro de ella misma. Con un grito de guerra, Zephyr, Nix y Nyx cargaron hacia 3ì4â, sus cuerpos rodeados de una luz brillante que contrastaba con la negrura del entorno.

La batalla comenzó con una intensidad que sacudió los cimientos de la realidad misma. 3ì4â desató un torrente de energía oscura, creando tormentas de sombras y lanzando esferas de pura malevolencia hacia los héroes. Zephyr bloqueó el primer ataque con un escudo de energía radiante, pero la fuerza detrás del impacto lo empujó hacia atrás. Aurora, rápida como un rayo, contrarrestó con un rayo de luz cegadora que atravesó la oscuridad, rasgando la capa exterior de 3ì4â.

—No podrás conmigo, ¡maldita criatura! —exclamó Nix mientras lanzaba un hechizo de fuego, creando un muro de llamas que se extendió por el campo de batalla. Las llamas se arremolinaron alrededor de 3ì4â, pero esta las absorbió, transformando el fuego en una ráfaga de energía negra que lanzó de vuelta hacia Nix y Nyx.

Los hermanos esquivaron el ataque con agilidad, combinando sus poderes para crear una serie de espejismos y trampas mágicas que confundieron a 3ì4â momentáneamente. Pero la criatura era astuta, y pronto desmanteló las ilusiones con un solo gesto, lanzando un contragolpe que hizo que el suelo bajo sus pies se fracturara.

Mientras tanto, Eira y Aurora intentaban mantenerse fuera del alcance directo de 3ì4â, sabiendo que el verdadero desafío de Eira no era la batalla física, sino la lucha interna que se libraba en su corazón. Con cada ataque, Eira sentía la tentación de rendirse, de sucumbir a la desesperación que 3ì4â susurraba en su mente.

—Eira, no escuches sus mentiras —dijo Aurora, sujetando la mano de su amiga con fuerza—. Tú eres más fuerte que esto. Recuerda por qué estás luchando.

Las palabras de Aurora penetraron las sombras en la mente de Eira, dándole un ancla para resistir. Con una nueva resolución, Eira cerró los ojos y comenzó a canalizar toda su energía, no en un ataque directo, sino hacia su propia alma. Necesitaba purgar a 3ì4â desde dentro, y para hacerlo, tenía que enfrentarse a sus propios demonios.

Mientras Eira luchaba con su tormento interno, Zephyr, Nix y Nyx seguían batallando con 3ì4â. Zephyr convocó una lluvia de meteoros de luz que llovieron sobre la criatura, creando explosiones de energía en la superficie de su forma oscura. Nix y Nyx utilizaron su conexión gemela para realizar un ataque combinado, creando un vórtice de energía mágica que envolvió a 3ì4â y trató de drenar su poder.

Pero 3ì4â era una entidad casi infinita. A pesar de los esfuerzos combinados de los héroes, seguía volviendo a la carga, más furiosa y poderosa con cada golpe que recibía. Con un grito de furia, 3ì4â desató una ola de destrucción que lanzó a Zephyr contra una montaña de escombros, dejándolo aturdido y vulnerable.

Aurora, viendo a su amigo en peligro, reaccionó con rapidez. Extendió sus manos y creó una barrera de luz alrededor de Zephyr, protegiéndolo del siguiente ataque de 3ì4â. Sin embargo, mantener la barrera exigía un gran esfuerzo, y Aurora comenzó a debilitarse.

—No puedes protegerlos para siempre —se burló 3ì4â, su voz resonando en la mente de todos—. No importa cuánto luches, la oscuridad siempre prevalece.

Pero justo cuando la situación parecía desesperada, una luz suave comenzó a emanar de Eira. Ella había dejado de resistir el poder de 3ì4â y en su lugar, lo había abrazado, no como algo temido, sino como una parte de sí misma. La aceptación de su oscuridad, combinada con su deseo de proteger a los demás, generó una fuerza interna que comenzó a brillar con una intensidad que desafió incluso a 3ì4â.

—¡Ya no tienes poder sobre mí! —gritó Eira, su voz resonando como un trueno.

La figura de 3ì4â titubeó, sorprendida por la transformación que se estaba produciendo en Eira. Esta nueva fuerza no era solo luz o oscuridad, sino una fusión de ambas, creando algo mucho más poderoso. Eira, ahora completamente en control, extendió sus manos y absorbió la energía de 3ì4â, canalizándola a través de su propio cuerpo.

La batalla alcanzó su clímax cuando Eira, junto a Zephyr, Aurora, Nix y Nyx, unieron sus fuerzas para lanzar un ataque final. Una explosión de luz y sombras envolvió a 3ì4â, quien soltó un grito desgarrador mientras su forma comenzaba a desintegrarse.

3ì4â luchó hasta el último momento, pero finalmente fue superada por la fuerza combinada de los héroes y el nuevo poder de Eira. Con un último rugido, la oscuridad se dispersó, dejando atrás solo un vacío silencioso.

El paisaje dentro de la mente de Eira comenzó a cambiar. Las montañas de escombros desaparecieron, los cielos se aclararon, y un suave brillo dorado reemplazó a las sombras. Todo volvía a la calma, al menos por ahora. Eira, exhausta pero triunfante, se desplomó en el suelo, jadeando por el esfuerzo.

Zephyr corrió hacia ella, su corazón latiendo con fuerza al verla desplomarse. Se arrodilló a su lado y, suavemente, levantó su rostro.

—Lo logramos, Eira. —dijo, su voz llena de alivio y orgullo.

Eira lo miró a los ojos, sintiendo una paz que no había experimentado en mucho tiempo. Con un suave suspiro, se inclinó hacia él, y en ese momento, todas las dudas, los miedos y las sombras se desvanecieron. Zephyr la rodeó con sus brazos, y sus labios se encontraron en un beso que selló su victoria y marcó un nuevo comienzo.

A su alrededor, Aurora, Nix y Nyx observaban con sonrisas, conscientes de que, aunque 3ì4â había sido derrotada, la batalla no había terminado. Sabían que aún había desafíos por delante, pero en ese instante, en ese pequeño respiro después de la tormenta, la paz había regresado.

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Final del arco wey
Que les parece este final?

Pregunta para
@Larry_larry12
Bro
Vos lees mi historia?

De vez en cuando

No sé si es normal que esté escuchando música country mientras leo esto, pero aaaaaaaa menos mal que Eira se salvó
Lptm iba a explotar en medio de leer este capítulo

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De donde sacas tanta paciencia para escribir todo eso en fin, me encanta este capitulo y disfruto q suban estos capitulos en pensta :sparkling_heart: :sparkling_heart:
image

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Jsjsjsjs
Pues nada se podría decir “victoria”

Pues ahora tenía pensado subir el arco completo a Wattpad

Eso, victoria
Por fin, primer arco finalizado, adiós traumas por un momento
Ojo, por un momento

Si, si, quedan 9 arcos

1 me gusta

Entonces serían 180 capítulos en total?

Jejeje
Quien dijo que van a tener la misma cantidad de capitulos

Uuu, se viene eh, se viene
Crees que finalizarás la mitad de los arcos antes de que acabe el año?