El Sendero de las Sombras: Capítulo 3

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El Sendero de las Sombras: Capítulo 3 - Un Encuentro Inesperado

El Comienzo de un Nuevo Día

El sol apenas comenzaba a asomarse cuando Luca se levantó, lleno de una mezcla de nervios y anticipación. Se preparó con cuidado, eligiendo su ropa con esmero para causar una buena impresión en su primer día de clases. Mientras caminaba hacia la escuela, sus ojos se maravillaban con cada detalle del paisaje de Kioto. Los templos antiguos, las calles llenas de vida y la serenidad de los jardines lo llenaban de una sensación de renovación.

Cada esquina parecía susurrarle promesas de nuevas experiencias y oportunidades. Luca, respirando profundamente el aire fresco, se sintió invadido por una mezcla de emoción y ansiedad. Su vida en Japón representaba una oportunidad de comenzar de nuevo, de alejarse del oscuro pasado que lo perseguía y encontrar un propósito más allá de los negocios familiares.

Un Nuevo Compañero

Al llegar a la escuela, Luca se dirigió a su aula con determinación. El profesor lo esperaba en la entrada y, con una sonrisa, se dirigió a la clase: “Demos la bienvenida a su nuevo compañero, Luca Morreti.”

Luca avanzó al frente de la clase, sintiendo las miradas de sus nuevos compañeros. “Hola a todos, soy Luca Morreti. Vengo de Italia y estoy muy emocionado de empezar esta nueva etapa aquí con ustedes.” Mientras hablaba, sus ojos se encontraron con los de la chica que había visto el día anterior. Su corazón dio un vuelco al ver sus ojos marrones y expresivos detrás de unas gafas gruesas de montura negra, pero mantuvo la compostura y terminó su presentación con una reverencia.

El único asiento disponible estaba al lado de la chica, así que Luca se dirigió allí y se sentó. Durante la clase, intentó encontrar el valor para hablar con ella, pero las palabras no salían. Observó cómo los otros estudiantes la molestaban, susurrando y riéndose a sus espaldas. Ella permanecía en silencio, con la mirada fija en su escritorio, acostumbrada a la crueldad de sus compañeros.

Un Almuerzo Solitario

Cuando llegó la hora del almuerzo, Luca salió antes que los demás, buscando un lugar tranquilo en el patio. Mientras observaba su entorno, vio a la chica subir al techo de la escuela. Algo en su expresión le preocupó, así que decidió seguirla.

Al llegar arriba, la encontró llorando mientras comía. Se acercó lentamente, sin querer asustarla. “Oh… eres Luca, ¿verdad?” dijo ella, alejándose un poco. “Si vienes a molestarme como los demás… solo déjame sola.”

Luca se sentó a su lado con suavidad. “Yo nunca te lastimaría,” dijo con firmeza. Ella lo miró, esperando una burla, pero en su lugar, él le extendió la mano. “Soy Luca Morreti, un gusto. ¿Cuál es tu nombre?”

Ella lo miró con incredulidad antes de responder en voz baja, “May… me llamo May Tanaka.”

“Mucho gusto, May. ¿Por qué estabas llorando?” preguntó Luca con preocupación genuina.

“No te importa,” respondió ella, con un tono defensivo. “Al final, tú también me molestarás, como todos los demás.”

Luca la miró con comprensión y le pasó un pañuelo para que se secara las lágrimas. “No voy a hacer eso, May. De verdad quiero conocerte y ser tu amigo.”

May lo observó, empezando a creer que quizá, por fin, había encontrado a alguien que la aceptaba. Durante la siguiente media hora, conversaron sobre sus vidas, sus intereses y sus sueños. Luca le habló de Italia y de su pasión por encontrar un nuevo camino, mientras May le contaba sobre su amor por la cocina y la literatura.


Luca: “¿Te gusta cocinar?” preguntó Luca, con una sonrisa curiosa.

May: “Sí,” respondió May, un poco más relajada. “Me encanta. Es mi manera de expresar mis sentimientos y de conectar con los demás, aunque no siempre lo entiendan.”

Luca: “Eso es increíble. A mí también me gusta cocinar, aunque no soy tan bueno. Mi abuela me enseñó algunas recetas italianas.”

May: “¿De verdad?” May levantó la vista, sorprendida y algo emocionada. “Me encantaría probar algún día.”

Luca: “Claro, será un placer. Y tú, ¿qué te gusta cocinar?”

May: “Me gustan los postres. Hay algo en hornear que me relaja. Además, mi abuela también me enseñó muchas recetas tradicionales japonesas.”

Luca: “Me encantaría probar alguno de tus postres. Estoy seguro de que son deliciosos.”

May sonrió tímidamente, secándose las lágrimas con el pañuelo que Luca le había dado. “Tal vez algún día.”


Una Conexión Inesperada

Al finalizar las clases, Luca se acercó a May. “¿Te gustaría que te acompañe a casa?” preguntó con una sonrisa.

May lo miró, sorprendida, y asintió tímidamente. “Está bien.”

Caminando juntos por las calles de Kioto, Luca se maravilló por la belleza de la ciudad y la calma que lo rodeaba. Observó cómo May parecía relajarse un poco a su lado. Conversaron sobre cosas triviales, desde sus materias favoritas hasta los lugares que a Luca le gustaría visitar en Japón.

Cuando llegaron a la casa de May, ella se volvió hacia él. “Gracias por acompañarme, Luca. De verdad significa mucho para mí.”

Luca sonrió, sintiendo una calidez que no había sentido en mucho tiempo. “No hay de qué, May. Estoy aquí para lo que necesites.”

Mientras ella entraba a su casa, Luca se sintió invadido por una sensación de satisfacción. Había logrado conectar con alguien de una manera genuina y honesta, algo que siempre había deseado.

Un Regalo Inesperado

Al llegar a su propio departamento, Luca encontró una nota en la puerta. La reconoció al instante: era de Marco. Abrió la carta y leyó:

“Feliz cumpleaños, Luca. Tu regalo te espera afuera. Te quiero mucho, primo, y te extraño. Espero que la pases bien.”

Detrás de la carta, había una llave de un auto. Intrigado, Luca bajó al estacionamiento del edificio y allí, brillando bajo las luces, estaba un elegante coche deportivo. No pudo evitar sonreír. Marco siempre sabía cómo sorprenderlo.

Se subió al auto y, mientras encendía el motor, pensó en todo lo que había sucedido ese día. Había encontrado una nueva amiga en May, alguien que comprendía sus propias luchas y que lo aceptaba por quien era. Y aunque aún extrañaba a Marco y su vida en Italia, sabía que estaba en el camino correcto para encontrar su propio destino.

Esa noche, antes de acostarse, Luca escribió en su diario:


“Hoy fue un día lleno de sorpresas. Conocí a May Tanaka, una chica increíble con un corazón lleno de pasión y dolor. La acompañé a casa y me di cuenta de que puedo ser alguien más aquí, alguien mejor. Además, Marco me envió un regalo increíble. Estoy comenzando a ver que este viaje a Japón puede ser lo que siempre he necesitado. Mañana, espero seguir descubriendo más sobre este nuevo mundo y sobre mí mismo.”


May también escribió en su diario esa noche:


“Hoy fue un día que nunca olvidaré. Conocí a Luca Morreti, un chico italiano que parece realmente amable. Me acompañó a casa y, por primera vez en mucho tiempo, sentí que alguien me veía y me escuchaba. Espero que podamos ser amigos de verdad. Quizás, solo quizás, las cosas puedan empezar a mejorar para mí.”

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Hay nuevo capitulo

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Se viene romance :speaking_head:
Ojalá alguien me regale un auto de la forma que Marco le regaló a lucas :disappointed:

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siguiente parte: El sendero de las Sombras, capitulo 4