Parte anterior: El Sendero de las Sombras: Capítulo 3
Capítulo 4: Un Día en Kyoto
Un Encuentro Planeado
Luca se despertó con una sensación de anticipación. Hoy, por fin, iba a conocer más de la ciudad y de May. Habían acordado encontrarse en la estación de tren cerca de su escuela para explorar juntos Kyoto. Mientras se alistaba, no podía evitar pensar en lo diferente que era su vida ahora comparada con su tiempo en Nápoles.
Al llegar a la estación, vio a May esperándolo, con una sonrisa tímida pero genuina. “¿Listo para la aventura?” preguntó ella.
Luca asintió con entusiasmo. “¡Claro que sí!”
Explorando la Ciudad
Los dos comenzaron su día visitando templos antiguos y jardines serenos. May, siendo local, le explicó la historia y las leyendas detrás de cada lugar, y Luca escuchaba con fascinación. Mientras caminaban por los estrechos callejones llenos de tiendas de artesanía y puestos de comida, Luca no podía evitar notar lo cómoda y feliz que parecía May en su elemento.
“¿Te gusta vivir aquí?” preguntó Luca mientras compartían un dango, una brocheta de bolitas de arroz dulce.
“Sí, Kyoto es mi hogar,” respondió May con una sonrisa. “Aunque… a veces me siento un poco sola.”
“¿Sola?” repitió Luca, sorprendido. “¿Cómo es posible en una ciudad tan hermosa?”
May suspiró. “La belleza de un lugar no siempre refleja lo que uno siente por dentro.”
Caminando por Arashiyama
Decidieron ir a Arashiyama, un famoso distrito turístico. Caminando entre los altos bambúes del Bosque de Bambú de Sagano, Luca se sentía como si estuviera en otro mundo. Los rayos de sol filtrándose a través del follaje creaban un ambiente mágico.
“Este lugar es increíble,” comentó Luca, maravillado por la serenidad del entorno.
“Es uno de mis lugares favoritos,” dijo May, mirando alrededor con una expresión soñadora. “Venía aquí mucho con mi abuela cuando era pequeña.”
Luca notó la nostalgia en su voz. “Debió ser una persona especial.”
“Lo era,” respondió May, sus ojos brillando con lágrimas contenidas. “Ella me enseñó a cocinar y a amar las historias.”
Un Paseo por Gion
Luego, se dirigieron a Gion, el distrito de las geishas. Mientras caminaban por las calles empedradas, pasaron por casas de té tradicionales y tiendas de recuerdos. May le contó a Luca sobre la cultura de las geishas y la historia de la zona.
“Siempre he admirado la dedicación y el arte de las geishas,” dijo May. “Es una tradición que requiere mucha disciplina.”
Luca asintió, impresionado. “Es fascinante cómo las tradiciones se mantienen vivas aquí.”
Un Café Especial
Después de horas de exploración, May sugirió tomar un descanso en un pequeño café que conocía. Al entrar, el aroma del café recién hecho y los pasteles horneados los envolvió. Se sentaron en una mesa junto a la ventana, desde donde podían ver la vida pasar en la calle.
“Este lugar es increíble,” comentó Luca, mirando a su alrededor.
May asintió. “Es uno de mis lugares favoritos. Me inspira mucho.”
Luca notó la pasión en sus ojos y se inclinó hacia adelante, interesado. “¿Por qué te inspira tanto?”
May tomó un sorbo de su café antes de responder. “Porque sueño con tener mi propio café-librería algún día. Un lugar donde las personas puedan disfrutar de buena comida y perderse en historias maravillosas.”
Compartiendo Sueños
Luca quedó impresionado por la profundidad del sueño de May. “Eso suena increíble. Estoy seguro de que lo lograrás.”
May sonrió tímidamente. “Gracias, Luca. Nadie me había dicho eso antes.”
Luca tomó su mano con suavidad. “Siempre debes perseguir tus sueños, May. No dejes que nadie te detenga.”
Visitando el Templo Kinkaku-ji
Después del café, decidieron visitar el famoso Templo del Pabellón Dorado, Kinkaku-ji. La vista del pabellón dorado reflejado en el estanque les quitó el aliento.
“Es hermoso,” susurró Luca, maravillado por la estructura brillante y la tranquilidad del lugar.
“Sí,” dijo May. “Es uno de los lugares más icónicos de Kyoto. Mi abuela solía traerme aquí cada primavera.”
Luca podía ver la emoción en los ojos de May mientras caminaban por los jardines del templo. “Gracias por compartir este lugar conmigo,” dijo Luca, sinceramente agradecido.
“Gracias por querer verlo conmigo,” respondió May con una sonrisa cálida.
El Mercado de Nishiki
Luego, se dirigieron al Mercado de Nishiki, un bullicioso mercado cubierto conocido como la cocina de Kyoto. Caminando por los estrechos pasillos, Luca y May probaron diversas delicias locales, desde takoyaki hasta mochi.
“Este lugar es increíble,” comentó Luca mientras saboreaba un pastel de pescado.
“Es un paraíso para los amantes de la comida,” respondió May, riendo. “Siempre encuentro algo nuevo aquí.”
Mientras exploraban el mercado, Luca notó la alegría en los ojos de May. “Se nota que amas este lugar,” dijo.
“Sí,” respondió ella. “La comida aquí es parte de mi identidad. Quiero crear platos que traigan felicidad a los demás.”
Una Tarde en el Santuario Fushimi Inari
Para finalizar su día, se dirigieron al Santuario Fushimi Inari, famoso por sus miles de puertas torii rojas que forman un sendero serpenteante por la montaña. Caminando por el sendero, Luca y May conversaron sobre sus vidas, sus sueños y sus miedos.
“Este lugar es mágico,” comentó Luca, tocando una de las puertas torii.
“Es un lugar de esperanza y prosperidad,” explicó May. “Las personas vienen aquí a rezar por buena fortuna y éxito.”
Mientras subían por el sendero, el sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados. “Gracias por compartir este día conmigo,” dijo Luca, sinceramente.
“Gracias a ti por acompañarme,” respondió May, mirándolo con gratitud. “Hoy ha sido un día especial.”
Acompañando a May a Casa
Cuando regresaron a la ciudad, Luca decidió acompañar a May a su casa. “No tienes que hacerlo,” dijo May, aunque su voz mostraba que apreciaba el gesto.
“Quiero asegurarme de que llegues bien,” respondió Luca con una sonrisa.
Mientras caminaban, siguieron conversando y riendo, sintiéndose más cercanos que nunca. Al llegar a la casa de May, ella se volvió hacia Luca. “Gracias por todo, Luca. De verdad.”
Luca asintió. “Nos vemos mañana en la escuela.”
May asintió y entró en su casa, sintiéndose más ligera que en mucho tiempo. Luca, por su parte, se dirigió a su hogar, reflexionando sobre lo especial que había sido el día y lo afortunado que se sentía de haber conocido a alguien como May.
El Diario de Luca
Esa noche, Luca se sentó a escribir en su diario:
“Hoy fue un día increíble. May es una persona fascinante y me siento afortunado de haber pasado el día con ella. Su sueño de abrir un café-librería me hizo darme cuenta de lo importante que es perseguir nuestras pasiones. Hoy visitamos lugares maravillosos y compartimos historias. No puedo esperar a ver qué más me depara este nuevo capítulo de mi vida.”
El Diario de May
Mientras tanto, en su habitación, May también escribía en su diario:
“Hoy conocí más a Luca. Pasar el día con él fue maravilloso. No solo es amable y comprensivo, sino que también me anima a seguir mis sueños. Visitamos lugares que me son muy queridos y compartimos nuestras historias. Por primera vez en mucho tiempo, siento que no estoy sola. Espero que esta amistad crezca y que ambos podamos encontrar la felicidad que buscamos.”
