La historia de Sabrine y Tailey
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Capítulo 2: El plan de Tailey
[[Rothiemurchus Forest, Escocia - año 1953]]
-Así que… te has perdido, Tailey? - preguntó Sabrine.
-Sí… pero eso no importa. Lo que importa es que no me has atrapado.
-Es verdad, no te he atrapado - dijo Sabrine, poniéndose de pie y mirando la trampa donde había estado atrapada Tailey. - Y tampoco tengo algo que llevarle a mi jefe…
Una mirada de consternación cruzó a Tailey al oír las últimas palabras de la cazadora.
-¿Tu jefe te ha obligado a venir aquí?
-Eh… sí, más o menos. El caso es que necesito atrapar a un dragón.
-Entiendo… - dijo Tailey. Luego se vio pensativa por un momento. - Creo que podría solucionar eso…
Sabrine levantó una ceja, intrigada. ¿Esta dragona estaba a punto de ayudarla?
-Hay un dragón - comenzó a explicar Tailey - que se ha estado comiendo las flores de mi padre estas últimas semanas. Es un dragón bastante travieso y raro de encontrar. Si quieres, puedo ayudarte a capturarlo para que se lo lleves a tu jefe.
Sabrine se frotó los ojos con sorpresa. Casi no podía creerse que Tailey realmente la estuviera ayudando.
-¿Lo-lo dices en serio? - preguntó Sabrine con incredulidad.
-¡Pues claro que lo digo en serio! Me has ayudado, y como se suele decir: “Ojo por ojo, diente por diente”.
Sabrine soltó una risita.
-No creo que funcione así exactamente, pero cualquier ayuda es bienvenida.
-¡Me alegra escuchar eso! - exclamó la dragona, antes de volar por el bosque buscando algunas flores específicas. La cazadora la observó con curiosidad. Cuando Tailey volvió con unas cuantas flores, le pidió a Sabrine que las pisase.
-¿Para que quieres que las pise? - preguntó la cazadora.
-Sólo hazlo, te lo explicaré después.
Sabrine se encogió de hombros y pisoteó las flores.
-¡Muy bien! Ahora, escondámonos en ese seto.
La cazadora estaba un poco confundida pero se escondió en el seto junto con la dragona.
-Ahora te puedo contar lo que estamos haciendo.
-Cuéntamelo, por favor - dijo Sabrine, impaciente y curiosa.
-Ahora voy - dijo Tailey con una risita. - Este dragón es herbívoro y le encantan las flores. Estas flores en concreto desprenden un olor muy fuerte cuando las pisas. De esa manera, servirán como cebo para que puedas capturar al dragón.
Sabrine se quedó con la boca abierta por su amabilidad. Aún así, se recompuso rápidamente y asintió, preparando una trampa de tela para atrapar al dragón. Cuando Tailey vio, la trampa, se estremeció y miró a otro lado. La cazadora notó esto.
-¿Sucede algo, Tailey?
-Puede que tenga una especie de trauma con esas trampas…
-Oh, entiendo… si quieres puedo usar otra cosa.
-No, no es necesario. Usa lo que quieras - respondió la dragona con una sonrisa. Después, su conversación fue interrumpida por un sonido tintineante en el bosque. La atención de ambas se centró en un pequeño dragón púrpura, que había olido las flores y se las estaba comiendo. Sabrine se acercó al dragón sigilosamente y, con un movimiento rápido, lo atrapó con una mano y trató de meterlo en la trampa.
-Una cosa, ten cuidado de que no te muerda.
-Pfft, ¡seguro que sus mordiscos no pueden conmigo! - justo después de decir eso, el dragón clavó sus dientes en la piel de la mano de Sabrine. Ésta última soltó un gritito agudo.
-Auch, eres realmente un chico malo. - dijo la cazadora, mientras Tailey se reía de la situación. Sabrine logró por fin meter al dragón en la trampa de tela. La forma en la que el dragón se revolvía, luchando por liberarse, hizo que una mirada de culpa surcase el rostro de Sabrine.
-Bueno, ¡ahora ya tienes algo para entregarle a tu jefe! - dijo Tailey con satisfacción.
-Sí… ya tengo algo que entregarle a mi jefe… - dijo Sabrine sin esa satisfacción, observando al “chico malo” revolverse en la trampa.
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Creo que les gustó el capítulo anterior así que JABSBSB