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Capítulo 4: la llegada a The Village
[[Rothiemurchus Forest, Escocia - año 1953]]
Mientras caminaban, nuestras protagonistas tuvieron conversaciones triviales, sobre diferencias y parecidos entre ambas especies. Una de las preguntas que Sabrine le hizo a Tailey fue:
-Y… ¿te llevas bien con tu familia?
-¡Pues claro! Son los mejores. Aunque mi padre a veces se asusta o se enfada conmigo, me quiere mucho. Mi hermano también me quiere mucho. Y mi abuela también. Y mi primo también, aunque no lo diga ni lo muestre…
Mientras Tailey hablaba, Sabrine notó que no mencionaba a su madre, pero no dijo nada al respecto. Se preguntó el porqué, mas prefirió distraerse preguntando otra cosa distinta:
-Eso está genial… ¿crees que aceptarán a una humana como yo bajo su techo?
-Seguramente… no estoy completamente segura pero tengo esperanza. Además, ¡les vas a caer genial a mi hermano y a mi abuela! ¡Ya lo presiento!
Sabrine sólo asintió a sus palabras, aún cuestionándose el tema anterior. Pero pronto volvió a salir de su mente, cuando Bad Boy avisó que habían llegado a The Village.
[[The Village, Escocia - año 1953]]
Ante ellos se alzaba un portón enorme, custodiado por dos dragones, aparentemente los guardias, el sobre de altos que Tailey. A pesar de no ser tan grandes en comparación con Sabrine, aún así le resultaban intimidantes.
-¡Ardientes días! - dijo Tailey, acercándose a ellos - Y por cierto, no hay nada de lo que preocuparse sobre la alta.
-Ardientes días, Tailey - respondieron los guardias. Ambos abrieron las puertas para que Tailey, Sabrine y Bad Boy pudieran pasar a The Village. No sin que uno de los guardias le diese una mirada de sospecha a Sabrine, por supuesto.
El ambiente de The Village era una sorprendente mezcla entre viejo y nuevo. Tenía aspectos sorprendentemente avanzados, como la edificación, la comodidad y la medicina. También había una seguridad increíble, pero a la vez no resultaba incómoda. Aunque prescindían completamente de tecnologías avanzadas, todo parecía tranquilo y cómodo.
Todos los habitantes eran gente-dragón con diferentes oficios, como artesanos, granjeros, guardias, dependientes de tiendas, médicos, etc. Sabrine estaba impresionada de lo avanzados que eran para la época, y a la vez lo arcaico que era el ambiente. Algunos de los habitantes miraban a Sabrine con curiosidad, otros lo hacían con sospecha y unos pocos lo hacían con miedo. Ella se sintió un poco mal por esto, pero pronto se disipó cuando Tailey avisó que habían llegado a su casa. Era una casa mediana hecha de piedra con tejado de paja, pero tenía puertas y ventanas de vidrio, perfectamente colocadas. Antes de entrar, Tailey se acercó a Sabrine para susurrarle unas cuantas cosas:
-Primero, tienes que decir “ardientes días” si quieres quedar bien. Y segundo, lo sé que eres cazadora queda en secreto.
-¿“Ardientes días”? ¿Como buenos días?
-Eso, lo que sea. Pero quedó claro, ¿no?
-Sí, sí.
-Pues vamos allá.
La mano de Tailey se extendió para pulsar el timbre de su casa.
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Nuevo capítulo después de 84 años!